La aviación regional está definida por una serie de características que se enumeran a continuación y que, por sí mismas, hacen que este tipo de negocio sea un subsector de mercado perfectamente delimitado.
Enlaces de naturaleza regular. Se entiende por regular que se repiten con una cadencia de tiempo determinada por la compañía, normalmente diaria, o cuando menos semanal.
Aviones de reducida capacidad (30-100 plazas) y alta calidad. Las aeronaves que se utilizan tienen una capacidad de asientos reducida. La evolución de la flota en los últimos años ha producido un fuerte incremento de aeronaves de 70-100 plazas, en detrimento de los aviones de menos de 30 plazas. Como resultado, la capacidad media de las flotas de compañías regionales ha ido aumentando progresivamente.
Los aviones utilizados para aviación regional son fruto de la más reciente innovación tecnológica. Tanto los reactores regionales como los turbohélices son aeronaves de última generación que consiguen eficacia, flexibilidad y respeto al medioambiente, reducen el ruido y la emisión de gases. Aunque se trata de aviones de menor capacidad por la propia naturaleza de la aviación regional, están diseñados para ofrecer unos altos índices de confort a bordo.
Distancias cortas o medias (200-500 km). Los recorridos son de distancias cortas y medias. En países con un fuerte desarrollo de la aviación regional, como Francia y Alemania, las distancias medias se han situado en los últimos años en 500 y 450 kilómetros respectivamente.
Opera rutas de baja y media densidad de tráfico. El mercado al que se dirige este tipo de aviación está formado por rutas de baja y media densidad de tráfico, desde 10.000 hasta 100.000 pasajeros/año.
Ofrece más frecuencias y horarios. Hay una oferta de frecuencias semanales bastante considerable. En este mercado es habitual ofertar más de dos vuelos diarios y se considera como uno de los factores clave del servicio, ya que ofrece la oportunidad de realizar una ida y vuelta en el mismo día, con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero para el pasajero.
No compite con los reactores convencionales de gran tamaño (mayor de 100 plazas). En los casos en los que se comparten rutas, normalmente lo que hace el operador regional es complementar las horas o días valle con aviones de menor módulo. Las compañías regionales a menudo establecen acuerdos en las rutas donde conviven con grandes reactores con el fin de no solapar horarios. Con este tipo de acuerdo, tanto el pasajero como las compañías salen beneficiadas.
Complemento de la red de las grandes compañías; no compite con las compañías aéreas tradicionales puesto que sus finalidades son las siguientes:
La mayoría de las grandes compañías tienen filiales regionales o acuerdos de colaboración. Para la aviación regional es vital la operación en grandes aeropuertos, ya que una de sus funciones es nutrir y complementar el tráfico a las grandes compañías. Por consiguiente, el transporte desde pequeños centros, donde la operación con aviones convencionales no es rentable, a grandes centros de distribución de tráfico aéreo (los denominados “hubs” como Madrid, Londres, Frankfurt o París) es fundamental para sumar y aportar tráfico a otras compañías.
Permite conexiones aéreas transversales. Este punto está ligado al anterior, ya que aprovecha los huecos que dejan las grandes compañías, que se centran en los grandes aeropuertos, permitiendo a los operadores regionales realizar conexiones entre ciudades de mediana o baja densidad de población.
Enfocada al pasajero de negocios. La aviación regional se centra principalmente en la demanda de los pasajeros que viajan por negocios; sin descartar otros grupos de interés en el mercado. Este tipo de pasajero es quien mejor valora las ventajas de la aviación regional.